
ALFAMA

Fue en esta colina, que parece desmoronarse en declive hacia el río, donde se asentó la ciudad inicial. Calles estrechas, laberintos de escaleras y callejones, fado vadio, ropa tendida en las ventanas, arcos oscuros y muchas, muchas escalinatas completan este pintoresco barrio. Alfama estuvo marcada, a lo largo de los tiempos, por un conjunto de actividades marítimas y fluviales, comercio de productos agrícolas y artesanales.
El mirador de Santa Lucía posee una bonita vista sobre el barrio de Alfama y el río Tajo. Son muchas las personas que paran a contemplar la vista, a disfrutar de una copa de vino o a disfrutar de una cita romántica con Lisboa como testigo.

La iglesia y el mirador de Santa Lucía




Merece la pena perderse por sus laberínticas calles, pasear y descubrir cada día un nuevo rincón. Un barrio para caminar, para disfrutar de las vistas de sus miradores, de su encanto natural. Quien camina por este barrio parece sentirse mismo en un pueblo dentro de la ciudad.







